A Dark and dim Light

A Dark and dim Light

Abby Yglesias

04/02/2018

Capitulo 6: «Un NO Yo»

Manos, piano y música es lo que comúnmente recuerdo de lo que era antes.
Ahora que lo veo no puedo decir algo concreto.
Ni yo me entendería.
¿O directamente no lo sentía?
Es decir que a veces debemos jugar con las palabras expresarnos con o sin entendernos, llegar a un punto donde la realidad juega con el misterio, que lo común se funda en una locura y sea cual sea la forma que lo definas es ver un nuevo punto, no sólo de la vida sino uno nuevo el cual aprender.
Y es donde no comprendo aún, no se lo que es sentir, no se que es amar, no se lo que es el dolor pero lo que en verdad entiendo es vivir en la oscuridad.
Quiero y necesito irme de aquí, No se a donde ni cuando, sólo se que no quiero, yo deseo irme y no quedarme.
Pero tengo miedo atravesar esa Oscuridad que está puesta en mi camino.
No quiero convertirme en una pesadilla que arruine a los que me rodean.
Ahora comprendo cuando algo comienza puede ser para siempre, un tiempo como lo es un «Hola» o un «Chau».
Y entonces me doy cuenta que nada tiene sentido, ni siquiera mi vida.
Otro Lunes comenzaba, la misma rutina como siempre de levantarme, bañarme, cambiarme, tomar mis cosas e irme en mi moto a lo que llamo «cárcel de jóvenes».
Otra vez enfrentarme a las mismas cosas de siempre, chicas fáciles, profesores estrictos, chicos estúpidos que se creen importantes y en fin todo lo de siempre.
Mi primera clase era Economía y no me agradaba para nada empezar así la mañana, sólo quería que ya sea la hora de largarme de aquí para ir directamente a encerrarme a mi habitación. No quiero soportar a nadie en este día.
Yo era antes el típico chico malo que no hablaba con nadie y aún en gran parte lo soy, sólo cuando es necesario y con las personas indicadas.
¿Y porque el chico malo? Es fácil, las heridas de mi corazón aún no sanaron por completo y dudo que lo hagan ahora.
Como dije antes no quería estar en esta clase así que directamente empecé a caminar por los pasillos yendo a mi casillero por los libros que debería tener para la siguiente clase que era una de las que podría llamar «favoritas» pero como aún faltaba para el cambio de horario tome mi teléfono junto con mis auriculares y escuchaba música caminando por los pasillos sin prestar atención a nada de lo que me rodea.
Entonces gracias a que alguien me chocó por accidente todos mis libros están esparcidos por el suelo.
¿genial algo más no podía ocurrir?
Iba soltar algunas palabras vulgares cuando me di cuenta que solamente era una chica, se que siempre me ando quejando de mi vida pero si algo me enseñaron es a respetar a las mujeres que en verdad se lo merecen y está chica nunca la había visto pero era realmente hermosa.
Era de estatura pequeña, un hermoso cabello castaño oscuro ondulado que me llamaba la atención, unos labios perfectos diría, junto a su casi pequeña nariz y lo que más me dejo impactado fue sus ojos, eran color marrón pero con un peculiar brillo que no podría olvidar.
Chica: Lo siento de verdad, venía distraída
Vamos Steve habla no te quedes ahí como si nada hubiera pasado.
Steve: no te preocupes
Su mirada se llenó de sorpresa al mirarme, era como si hubiera recordado a alguien y me asusté, por el simple hecho que parecía como si dejo de respirar y yo fuera un solitario fantasma de su pasado.
Ahora no sabía lo que podía hacer, ella estaba ahí diría que también asustada.
Steve: ¿te encuentras bien?
Ella negó con la cabeza para luego caer al suelo, mis sentidos se pusieron alerta y la tome entre mis manos para llevarla directo a la enfermería.
La suerte estaba de mi lado ya que nadie estaba en los pasillos, no quería que me vieran comportándome de esta forma.
Cada vez me parecía que la enfermería estaba lejos y mi desesperación estaba por salir fuera de límite, no podía creer que se desmayara con sólo mirarme pero también todo parecía curioso…
Enfermera: ¡¡por la Santísima Virgen!! ¿Steve que le ocurrió a la pobre muchacha?
Steve: sólo nos tropezamos por los pasillos y se desmayó
Enfermera: déjala en la camilla yo me haré cargo
Steve: gracias
Al momento de dejarla pude observarla con más detalle, se veía frágil para alguien como yo y cierta parte de mi decía que me aleje y no vuelva. Tengo razón no quiero que nadie entre a mi vida porque soy un monstruo que atrapó luz en la oscuridad.
Sólo quiero saber la causa de su reacción pero pretendo olvidarlo, no quiero volver a verla y que ella me vea a mí.
Mi vida era simple, la oscuridad era mi compañía.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS