Mi mujer real

¿Por qué escribo para una chica imaginaria y no para la mujer de mi realidad? Sueño con que la chica irreal sea real. Y la mujer que ya es real, vivirá conmigo eternamente. Si la chica irreal, me aparece en carne y huesos ¿Será más importante que mi mujer real? Nunca. Mi chica imaginaria sólo me sirve de inspiración para poesías y si la conozco, le compartiré mi felicidad. En cambio, en mi mujer real me proyecté, con ella me crié, por y para ella hoy estoy de pie. Mi mujer real es incomparable, no hay y nunca existirá nadie como mi madre. ¿Por qué escribo para una chica imaginaria y no para la mujer de mi realidad? Porque mi chica imaginaria es simplemente musa y mi mujer real es quien me hizo tener la posibilidad de pensar, de enamorarme. Si un día llego a conocer a mi chica imaginaria, será gracias a mi mujer real porque ella, siempre que tuve sed, me dió de beber, cuando tuve hambre, estuvo ahí para alimentarme. Mi chica imaginaria es diferente a todas. Mi mujer real es única. Gracias a mi mujer real pude evitar accidentes fulminantes, me salvó de manera heroica. Mi chica imaginaria hoy es como el viento, la siento pero no la veo, aunque puede ser que en un futuro se haga visible, pero amarla o compararla a mi mujer real, será imposible. Ella está en un podio, donde sólo hay un espacio y es para el primer lugar. La conservaré por siempre, donde ella se merece, en un altar…

Jonathan Reguera
Argentina