Los locos y la vida-.

Miembros
desvanecidos

toco
mis ojos mis iris

desaparecidos
como informes

alfombras
blancas en lo insípido

de
la luz, del gesto atrofiado que invita

a
la reflexión, pausada.

Mística
de lo inquieto, de lo que,

taciturno,
presenta sus obviedades,

ante
un público que anima, armónico.

Sí,
pero ya, apenas nombro tu nombre:

en
esa miseria tardía de los anocheceres,

o
dentro de esas cortinas vacuas, que impelen

con
su incitación, al crimen. Porque han hablado,

quizás
demasiado, mucho. El mundo se ha podrido.

Sobre
las hogueras de antaño, canta, en su jaula,

un
pútrido convocante de nieblas compartidas.

Resulta
que ahora convalecen los primates

en
las bacantes de los advenimientos terrestres,

que
las lagunas amnióticas comparecen para suplir

los
labios que no recuerdas, y en el recuerdo de ti mismo,

abierto
a interpretaciones, tu memoria es la más excéntrica

e
inexacta-.

©

(Sólo
los locos saben del tiempo.

Y
de la vida- la vida-. Y saben,

demasiado
bien, que ni el tiempo,

ni
la vida, existen. En realidad…..)