Aguascalientes, Ags. 2 de febrero del 2011.

¡Querida Beatriz!

Me preguntas ¿qué es el amor? y yo, no sé que contestar. Te diría que el amor es una cosa esplendorosa, que es pasión y delirio, que es la fuerza que mueve al mundo, que es el sentimiento más profundo y puro del ser humano… o como dice el compositor puertorriqueño Pedro Flores en su canción “Obsesión”, que “Amor es el pan de la vida, la copa divina, un algo sin nombre que obsesiona al hombre por una mujer”. Sin embargo, y por tratarse de un tema tan abstracto y complejo se me hace muy difícil establecer una definición clara del mismo. Es un concepto tan amplio y global que incluye a varios tipos de amor humano como el amor romántico, el fraternal, el filial, el platónico, el amor al prójimo o a la naturaleza, el amor a Dios o a uno mismo.

Existen además, quienes en un intento por establecer con claridad la diferencia entre lo que es el amor y lo que no, hablan de sus características principales. San Pablo en su carta a los Corintios menciona que el amor es paciente y servicial, generoso y humilde, que no se envanece ni procede con bajeza, que no busca su propio interés ni se irrita, que no tiene en cuenta el mal recibido, que no se alegra de la injusticia sino que se regocija con la verdad. Que el amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta. Antoine de Saint-Exupery, por su parte, escribió que el amor es lo único que crece cuando se reparte y Paulo Coelho que solamente el amor nos permite escapar y transformar la esclavitud en libertad. Todos los seres humanos, hombres y mujeres de todos los tiempos y en todos los países hemos amado, y nos hemos expresado acerca del amor de muy diferentes maneras: “Ama hasta que duela” nos pide la madre Teresa de Calcuta, una mujer que entregó su vida al servicio de enfermos terminales en la India. Albert Einstein, una de las mentes más brillantes de todos los tiempos, afirma por su parte que “Vivimos en el mundo cuando amamos” y que “Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida”, y William Shakespeare, el genio de la literatura, nos dice que “Si no recordamos la más ligera locura en que el amor nos hizo caer, entonces no hemos amado”… ¡Mira Beatriz! Tal vez no te sepa dar una definición de amor, pero amor es lo que nos lleva a perdonar a quien nos lastima, tanto en lo físico como en el alma. Lo que nos hace creer en los demás, aún en estos tiempos en que hay tanta maldad entre la gente. Es por lo que lloramos ante una bella melodía y nos conmovemos ante un acto generoso de bondad. Amor es lo que provoca que nuestro corazón se llene de indignación ante las injusticias, como el hambre, la violencia en las calles, la pobreza y la corrupción. Amor es la descarga que nos estremece al contacto con la piel del ser amado y nos hace suspirar ante su sonrisa.

Lo que nos levanta después de haber caído en la desgracia y nos da la fortaleza para seguir viviendo y luchando a pesar del dolor y la soledad. Amor y solamente amor, es lo que mantiene vivos en nuestros recuerdos y nuestros afectos a quienes hemos perdido físicamente, como a tu abuelito Rubén o a tu bisabuela Albina.

Lo que nos permite llevar alegría a los demás más allá de nuestras tristezas. Lo que nos responsabiliza con los demás, con nuestra ciudad, nuestro país y nuestro mundo. Es lo que nos hace trabajar por un futuro mejor, a pesar de saber que quizás ya no vayamos a disfrutar de ese futuro. Amor es lo que hace que una madre guarde celosamente su más preciado tesoro durante nueve meses y rompa en llanto una vez que lo tiene en sus brazos, como cuando tu mami te trajo al mundo. Lo que inundó de ternura mi ser al ver por primera vez tus preciosos ojos cafés. Es por amor que un hombre llamado Jesús de Nazaret dio su vida en la cruz para salvarnos y por amor que nuestros antepasados lucharon y murieron para darnos libertad y justicia, para otorgarnos una Patria. Es por amor que millones de personas en el mundo trabajan diariamente y sin descanso por los valores de la verdad, la justicia, la libertad y la fraternidad entre todos los seres humanos. Fue por amor que un día nuestros padres, decidieron formar una familia y nos trajeron al mundo, a una existencia llena de belleza y de bondad. También por amor que tu mamá dejó su país, su familia y sus amigos para compartir su vida con la mía, que unimos nuestros destinos y que te engendramos, queriéndote desde el primer momento que supimos que venías en camino. Y es por amor, que hoy te escribo esta carta, deseando que siempre seas amada y pidiéndote que nunca dejes de amar a los demás. Me despido de ti con un consejo que el historiador romano Tácito dio alguna vez: “Ama y haz lo que quieras”, pues es bueno todo cuanto procede de amor.

¡Con todo mi Amor!:

Tu papá.

Jorge Humberto Varela Ruiz.       

Luminaria, Regalos Cristianos.

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