Estar conectado con la música es estar conectado conmigo mismo, los sonidos entran en mi mente y no salen de allí hasta que se cautivan por otro sentimiento o por otro simple y significativo sonido. Muchos lo llaman a estar despreocupados, pero lo que no saben es que uno se siente mas consciente de su alrededor, la música empieza a esparcirse y llega a un punto en que uno solo vuela, la brisa golpea tu cara y tú no quieres que pare ese tacto tan gentil. Se eriza la piel y las notas solo salen de ella, son inmensas las notas que puedes juntar y que se hagan tan importantes como el comer y respirar. El cuerpo reacciona a lo que le gusta, a lo que le da esa vibración y lo hace moverse, o cambiar de estación.

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