Cansado de los amores imposibles… de rachas de impotencia y de tantos sin sabores, de las historias fugaces edificadas sobre promesas para siempre, de esos besos difíciles y de las mentiras fáciles, que necesidad hay de prometer eternidades cuando lo que se entregan son instantes, o acaso el egoísmo a perforado tanto que tuvimos que llegar a eso.

Ahórrense las charlas prefabricadas sobre sentimientos profundos si lo que quieren son caricias transitorias, podemos ser sinceros, no hay cobro alguno para decir que lo buscado es un préstamo momentáneo, que no hay intereses en corazones perpetuos si no pasiones efímeras. ¿O ahora es popular volverse un coleccionista de ilusiones y torturador de corazones?

Por eso muere la calidez, hoy son más los que se suman aquellos que decidieron ser nómadas de alma en alma, que no vacilara jamás en volver a sonreírle a un extraño, burlarse de los enamorados en el parque y decirles a los niños que no crezcan, de esa gente sin carne, de esos que tienen tan fraccionado el espíritu que ya no pueden armar un te quiero.

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