Te veo en sueños. Te hablo en secretos.

Enchuecas mis pupilas. Me mueves en alegrías.

Nervio facial atrofiado
en torturas de ojos curiosos.
Mi equilibrio rebelde anda,
allá fugado al viento.
El corazón rojo ahogado
por tus aguas de sonrisa.
Y mis cuerdas acústicas rotas,
mudas en gritos frecuentes.

Altera tus ojos.
Espérame en abrazos.
Apaga tus colores.
Escóndete en nubes.

Múdate a la vuelta de la esquina,
en fríos salones de clases.
Haz algo o no lo hagas,
pero deja ya de abrigarme
en vendas malditas de locura.

Me amarras la lengua. Quebrantas mi tregua.

Te llamo en poesías. Te pienso en días.

Etiquetas: poema

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