DORODE(dormir o despertar)

Soy Téru, tenía solo tres años cuando tuve el mismo sueño que mi hermana. Al amanecer corrí a buscar a Ema para que juntas fuésemos a ver qué tan grande y hermoso era el elefante que estaba en el patio. Ambas emocionadas, asustadas y muy contentas, relatábamos entre nosotras aquel misterioso sueño. Aquel elefante rosa de piel suave de gran tamaño que comía de nuestros árboles nativos de nuestro jardín. Desde aquel día ya nada volvió a ser igual.

CLONENUS(claves ocultas en un sueño)

Ema siempre fue más científica (es mi forma de definir que yo siempre he sido la oveja negra) siempre me comentaba que por las noches nuestras mentes eran una sola. Encontraba tan mística nuestra conexión, pero un poco apuesto a la vez. Era complejo entender que al despertar todo cambiaba, el odio, los celos eran nuestro peor enemigo.

Ema solía pasar horas mirando la tv o comiendo una fruta, sentada sin moverse, algo así como una foto, ya que, casi no tenia expresiones faciales, su alegría se reflejaba en su hermosa sonrisa y sus dientes muy brillantes, pero eso solo ocurría con suerte una vez al día.

Cuando Ema cumplía años solía estar feliz todo el día. Con el tiempo nos dimos cuenta que era el mejor día de su vida (contemplando noche buena).

  • Juntas somos dinamita!

Me decía ella cuando ya estábamos mas grandesitas (ella tenía siente años y yo ocho, nos llevamos por un año).

Esa misma noche soñábamos despiertas, abrazadas trasnochábamos horas los fines de semana imaginando que queríamos ser cuando grandes (yo nunca he tenido una aspiración a alguna profesión, pero ella siempre ha querido ser doctora) o imaginando que tan alto podíamos volar, si fuésemos mariposas. Ella aspiraba ser una monarca, una hermosa mariposa de color naranja que según ella representaba su alegría y aquellas manchas negras; sus miedos. Y yo soñaba con ser una Morpho, que solo crece en orillas del río, irradia luz con ese místico color azul; para mí significaba mi libertad. Y las manchas negras mi gran garra para enfrentar situaciones.

De un momento a otro nos quedamos dormidas y despertamos en el desierto. Como ya sabíamos que era un sueño y estaríamos juntas, nada nos preocupaba.

Ema con cara de asombro y sus ojitos brillosos me dice:

-¡Téru, Téru estás volando! ¿Qué se siente? Yo también quiero volar, llévame contigo, ven por mí ¡No me dejes sola!

Ahora comprendía porque yo la veía desde tan lejos y ella me gritaba al cielo. Estaba volando, agitaba mis alas suavemente, lo que sentía era inexplicable pero no quería llorar (siempre me he demostrado mas fuerte) recuerdo que reía a carcajadas observando el color naranja con pintas negras en mis alas. No comprendía porque ese color, pero no era momento de cuestiones.

Quise detenerme en el suelo para ir en busca de Ema y no la encontré, rabia, miedo y mucha angustia invadía mi alma en ese momento, no podía dejar de agitar mis alas cada vez con mas fuerza y subía a cientos de pies de altura, miraba hacia abajo para comprender porque no había nadie más que yo en ese lugar y el viento con una voz dulce y tenebrosa me dice:

– El movimiento de tus alas, es el palpitar de tu corazón.

Ahí fue cuando comprendí que los aleteos eran al mismo momento que el palpitar de mi corazón y me dio tiempo para analizar porque yo tenía esos hermosos colores y no precisamente los que yo imaginaba.

El color naranjo para Ema representaba su alegría, era por eso que la sonrisa de mi rostro no se quitaba. Y el negro para ella eran sus miedos; ese impacto palpitante que sentía al volar cada vez mas alto, pero moría de miedo.

CONTINUARÁ…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS