Palabras seductoras que guardan los ojos, la mirada, los silencios. ¡Ay, los silencios! Tan llenos de… Palabras maliciosas que incitan a los besos y tientan a los versos. Palabras mezcladas con vodka, enloquecidas con nostalgias de tequila que desordenan, confunden, trastocan y enredan a la memoria.
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