La lucha constante contra los más bajos instintos, los traumas familiares y las enfermedades mentales. En definitiva, la lucha incansable por alcanzar la felicidad
Convivo con un demonio. Su nombre es Tiziano Carlos Alvarez. Sus abrazos no son cálidos. Me deshidratan. Se alimenta de la poca energía que me queda. Me succiona la sangre. No sé cómo llegó, ni porqué lo dejé entrar. Pero ahora me acompaña a todos lados. No me deja sola ni un segundo. Convivo con...