Siempre hay que darnos un tiempo para saber o que sentimos y lo que queremos, y si nos damos cuenta de algo que este mal en nosotr@s, hacer algo para cambiarlo.
Nos ocultamos en la idea del destino para sucumbir ante un otro sin contar con nuestro yo, sin nuestra capacidad y posibilidad de ser. Esta es una invitación a revisar los discursos y reflexionar la determinaciones.