«Ni mareado ni excitado, sino más bien lleno de horror, crucé los últimos metros de ese breve viaje junto a mi seductora adormecida. No pude mantener mi pose de galán ante Valeria. Se veía tan infantil debajo de sus párpados, ocultando esos ojos de mirada obscena que me traspasaban como una lanza de lado a...
Seguir leyendo
7
0