Cuando la pedantería nos hace creer que podemos manejar, incluso, nuestros propios pensamientos a la perfección; cuando creemos que podemos ser conscientes de todas nuestras mañanas, ahí es cuando un otro nos sorprende con sus reflexiones externas e identificamos patrones que nunca nosotros solos podríamos haber encontrado.
Seguir leyendo
21
1