Fiel reflejo de un momento histórico de Chile y la íntima realidad de una familia que tuvo que sufrir los efectos de la imposición del régimen militar.
Y si has herido a tu hijo en alma, en cuerpo o en espíritu, es ahora que le pidas perdón, a tu hijo que no merecía eso, a tu hijo que todavía va por los caminos del aprender; ¡ahora, ahora pídele perdón! ¡Abrázalo! —¡Perdóname hijo! —. Dile. —Perdóname por haberte lastimado de esa forma, por...