El poema utiliza imágenes táctiles como el roce y el calor para evocar recuerdos que se ramifican en la mente del hablante, proporcionando un murmullo tranquilizador (run run) que acompaña su respiración y movimientos. Estas memorias, aunque reconfortantes, también llevan una carga emocional que culmina en una explosión de sentimientos.
Quisiera ser valiente, porque necesito decirte tantas cosas; como que tu sonrisa nunca falla en hacerme sonreír, que desearía que tus abrazos fueran infinitos, que no me canso de tu compañía, que nunca me aburro de escucharte hablar de lo que te apasiona. Me gustaría poder decirte a la cara que me encanta como me...