Cuando eres fuerte, las personas se creen con el derecho de herirte. Piensan que es tu deber soportar, porque eres fuerte. Piensan que eres un guerrero cuya armadura es irrompible, Que tu fortaleza no se rompe, Que estás ahí para aceptar cada una de las puñaladas que lanzan sus filosas lenguas, o los fuertes golpes...