EL CETÁCEO ACOGEDOR

EL CETÁCEO ACOGEDOR

Su barba y su melena expuestas al viento, era espectacular

Y al final lo consiguió, convenció a todos y hasta sus nietos le animaron .

Volvía a subir a su parapente, como siempre lo había hecho, incluso ahora con sus ochenta años, pero Eolo surgió de entre las olas creando un remolino siniestro entre el mar y el acantilado.

Fue imposible recuperar su cuerpo, y el parapente tampoco, cuando se lo comentamos a la abuela dijo.

Ya volverá , es que no sabéis que se llama Jonás.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS