Él ya estaría tomándose un daiquiri en el Malecón… Allá cada uno…
Ahora, viajar esta prohibido. Yo me quedo en casa, contigo.
Haremos de esta cuarentena una luna de miel en mi cama. Con café, chocolate… risas… queso con anchoas… y más risas…
Te volveré a contar, aquella vez que mi madre me pegó una guantada, delante de toda la clase por «matar» a mi abuela… porque faltar al colegio por la muerte de una abuela, daba más pena que tener sarampión. Y te morirás de risa… me abrazaras muy fuerte, y tendré la seguridad de que todo irá bien.
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