-Él ya estaría tomándose un daiquiri en el Malecón. Pero no cualquier daiquiri. -Sonrió Tony, luego de botar una bocanada de humo.
-¿A qué te refieres, Tony?
-Se cree muy listo, el bastardo. En estos momentos debe pensar que se salió con la suya. -Aspiró con placer su habano-. Pero la muerte de Ricardo no le saldrá gratis. No tiene la puta idea de que ese será su último daiquiri… ¿si me entiendes, no?
Lo que él no sabía, era que Luciano se escapó con Roxane, la hija de Tony, con la cual le gustaba compartir sus tragos.
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