El veintidós ya es historia, tanto anhelar el veintiuno, por fin la primavera, las ganas de escribir y de arreglar cajones.
Ya no estás, ya no sabes si sale el sol o llueve.
Ya no estás porque el camino duro se acabó: las espinas, las piedras y todas las pinches metáforas que la gente dice.
Tiene toda la razón cuándo me dijo al consolarlo: son puros cuentos
Y si, son puros cuentos.
Como contar del uno al treinta o al cincuenta.
Pero hay días especiales, y bien diría mi Sabina, bienvenida primavera, nueve meses oxidada.
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