«El veintidós ya es historia ya no existe ¿cómo es posible?»
«Cambiaron el número de los edificios desde mi viaje a Soria, no puede ser».
Se sentaba en un banco enfrente al veintidós y pasaba él con su pelo negro y su porte elegante…
«Bueno» _pensó_ «enamorarse de un sacerdote no es buena idea»…
_Buenas tardes señorita, ¿viene a misa?
_¿Eeeehhh?
Y allí estaba él con su pelo negro y su porte elegante mirándola a los ojos.
_Oh, sí claro padre
_Llámeme Lucas, por favor, ¿yyy usted es?.
_Aaaaaaa, Ana, mi nombre es Sor Ana.
_Muy bien hermana, entremos.
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