El veintidós ya es historia. Concéntrate ahora en el número 28 de la calle Reforma. Ingresa como siempre, mirando a los ojos a quien te encuentres en el camino y salúdalos como si los vieras todos los días. Mira de reojo al portero mientras te acercas a la escalera. Toca en cada puerta y pregunta como siempre por Rosa, que es el nombre que alcanzamos a leer en el reporte del centro de adopciones. Si acaso esta vez atinamos, te recuerdo que no la mates hasta que te diga quien es papá. Si hoy no aparece, mañana seguiremos buscándole….
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