-A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir- De esa forma termina el relato la maestra. Yo solo quiero una. Pienso en la vida plana que llevo en la ciudad rodeada de montañas, son carnavales por aquí y por allá, igualdad allá y acá. La verdad es que guardo un secreto: planeo atravesar las montañas y vivir en esa ancla sujeta al mar y, cuando el viento sople muy fuerte volare a la roca, desde ahí podre observar con claridad la ciudad.
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