-A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, recién acaba de nacer y una vez escuché que los gatos tienen siete vidas. De ser eso verdad, todavía le quedan seis.
-¿Y cómo sabes que solo ha gastado una?
– Porque no la habría malgastado tirándose delante del coche, eso se aprende con la experiencia.
Las manitas menudas y cuarteadas por el frío recogieron el cuerpo inerte y destrozado del asfalto.
– ¡Buen viaje! – exclamaron al unísono los dos amigos, mientras echaban el último puñado de tierra, ocultando por completo la bolsa verde de plástico.
OPINIONES Y COMENTARIOS