A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, pensé cuando la vi tendida en el suelo … La había atropellado un carro en la vía publica, me maulló y me batió la cola, una voz interna que dijo “es una criatura de Dios, ayúdale, antes de que pase otro carro por encima”. La alce con cuidado y la lleve a la casa donde siempre la vea salir, timbre a la puerta, salió el dueño y se la entregue y me fui a mi casa. . Al otra día la vi caminando y me miro con ojos agradecidos.

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