A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, aunque no te lo creas.
Ya no ruego, ni suplico, ni mendigo en ninguna puerta. Peleo con uñas y dientes, con los pies en la tierra, y mis ojos verdes de gata ya no lloran por cualquiera. Porque dejé de ser gatita, ahora soy PANTERA.
Mientras, tú te embarcas en ese viaje a ninguna parte, sin destino y sin retorno, dices. Huyendo de tí misma, con una maleta vacía, buscando quien te quiera…
Mujer de altos vuelos, bájate de los tejados y pelea.
El único viaje sin retorno es rendirse.
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