Hilvanando lágrimas de despedida 
Viajes encadenados (en 8 semanas)Te regalé una bonita sonrisa de Joker, consciente de que tal vez sería la última. Sobre tu almohada, reposando, acomodé un pedazo de mi alegría, lo suficientemente grande como para que aguantase hasta el día siguiente a la misma hora. Lamento haber izado la bandera de la rendición antes de tiempo. Esa que seguramente tú ni tan siquiera conozcas. La misma que comencé a hilvanar cuando me dieron la noticia. «!Es todo tan injusto!» grito para mis adentros. No sé cómo será nuestro último adiós, pero sí sé que mis te quiero se atragantan cuando te pienso en mis imposibles.
club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
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