Te regalo mi sonrisa de Jocker en justa respuesta a la tuya, tan cándida, al ponerte la falda que
envuelta te traigo para tu cumpleaños. Das botecitos, lamento tu contento infantil. Te has
vuelto a salir con la tuya y hoy comeremos, otra vez, en casa de tu madre. Sabía cómo te
gustaba, desde el primer momento que te vi echarle el ojo en el escaparate, por eso cuando tu
madre me pidió consejo para comprar tu regalo, le mandé una foto por wsap. Es una lástima
que Marita también me preguntara lo mismo. Ya sabes que prefiero el restaurante.
OPINIONES Y COMENTARIOS