“Te regalaré una bonita sonrisa de jocker y la mantendré mientras te estrangulo…”, inconscientemente aprieto las manos,”… después me ocuparé de tu hijo ” pienso mientras intento controlar toda esa rabia que me inunda. Cierro los ojos y respiro profundamente, pero la calma dura muy poco, unas nuevas patadas golpean el respaldo de mi asiento. Me inclino hacia adelante y contemplo desesperado el reloj…¡ llevo una hora aguantando a ese niño golpeando el asiento que tiene delante!…¡ el mío!… En cualquier momento me volveré con ojos de loco y la sonrisa de jocker, extenderé los brazos hacia vosotros…
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