Viaje al otro lado de la calle

Viaje al otro lado de la calle

—A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir—le dijo ella más que enfadada.

Él siguió tumbado panza arriba en el sofá , mirando por la ventana con la seguridad de que éste enfado también pasaría.

¿ Dónde va a estar mejor que conmigo y en esta casa, con estufa y sofá propio?

Entonces la vio pasar perplejo por delante del ventanal, sin mirar atrás. Había cogido su ratón de juguete, el cuenco de la comida y meneando su cola naranja se iba con el gato de la casa de enfrente, que la arrullaba desde elbalcón.

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