Te regalé una bonita sonrisa de Joker cuando me llamaste a dar la lección al frente. Creiste que por haber faltado una semana a clases por haber participado de las olimpiadas deportivas en otra provincia no había estudiado la tabla periódica. Y te quedaste mirándome con cara de nada. Tuviste que ponerme una buena calificación muy a tu pesar. ¡ Valió la pena tanto esfuerzo! Ya estoy listo para mi próximo viaje.
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