Te regalé una bonita sonrisa de Joker cuando logré salir de aquí.
No distingo que tengo más allá de mis pequeñas manos, pero no me importa porque no pienso ir a ningún lado.
Soy uno con este entorno amigable y los ruidos y temblores del otro lado me dan que pensar.
Esto cada vez se hace más estrecho y me niego a ir por donde me indican.
¡Padres, tendríais que haberme visto! De ese lugar que vengo no hay tiempo, temor o desesperación.
Visto ahora lo que hay aquí fuera y lo que me espera, ¡devolverme de donde provengo!
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