Pensé, mientras el coche se lanzaba contra el muro, qué distinto habría sido todo si no lo hubiera conocido esa noche, si, desde el primer momento, no me hubiera aferrado a él como un náufrago a una tabla en alta mar.
Yo fui culpable al creer que todo sería igual que antes, cuando mi belleza y lozanía seducían casi sin proponérmelo, cuando el mundo se me ofrecía brillante y pleno de oportunidades, cuando el cuerpo aún no me había mostrado el final tan próximo,tan palpable…
El no pudo hacer nada…y aquí estoy, tratando de acelerar los tiempos, buscando el final…
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