Lástima que no haya billetes para maniquíes, no podrás venir conmigo. Sé que te prometí París, pero tendrás que conformarte con los viajes en auto que hacemos por el mar. La última vez la arena y el sol te decoloraron un poco. Pero me gustas aunque estés más rubia y tu piel más áspera. Nadie estaba de acuerdo, con que fabricara una copia tuya, pero qué saben los demás del amor, qué saben de nosotros, querida. Prometo mandarte fotos y postales de París que miraremos juntos cuando vuelva, como siempre. Y tú, siempre tan callada y comprensiva, lo entenderás todo…
OPINIONES Y COMENTARIOS