-Lástima que no haya billetes para maniquíes.

-Bah, ¡Por una sonrisa y encima de cartón piedra! ¡Ni falta que hace!,le respondió Iñaki. Mira la cara de ese ejecutivo, dormido, risueño, con quién crees que sueña. Y la señora que va sentada más adelante, ¿Qué crees que no viaja acompañada? Yo de hecho, nunca viajo sólo. Desde que empecé las clases, es la rubia del bar de la facu ¡ Enamorado de imposibles! Ya lo dijo Sor Juana Inés: « poco importa burlar brazos y pechos, si te labra prisión mi fantasia».

-Tan actual y han pasado ¡¿ Cuatrocientos años?!

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