En esta maleta no cabe casi nada de lo que me encargaste que te llevara a Edimburgo, ni el tomate frito, ni las aceitunas, ni las tortas de anís y mucho menos los paquetes de pipas que echas constantemente de menos. Pero la azafata, dejó que me pasara medio kilo del peso permitido, así que te llevo todos los libros que me pediste, el roscón de reyes, una bufanda que te hizo la abuela y muchos besos y abrazos de todos.
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