En esta maleta no cabe casi nada. Mis sueños, esperanzas e ilusiones se enroscaron de tal forma que en una vorágine de papel cubrieron todo; bah, casi todo… tan solo falta mi carta, mi respuesta: la primera, la última, la que seguramente esperas ansiosa después de tus cuantiosas esquelas guardadas durante años.
Dejo este lugar, que absorbió gran parte de mi vida y que, como te darás cuenta, sacudió el valor que tengo de la vida. Atardece en Ghana. Mis servicios fueron bien agradecidos y ahora los drones surtirán de esperanzas a más niños. Esto recién comienza!
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