¡En esta maleta no cabe casí nada! Y es que para mi viajar significaba llevarte, dejar el adiós engarzado en la Puerta será un hábito que tendré que aprender, ahora que he soltado los miedos y he decidido recorrer el mundo sobre mis propios pasos, dejó tu café humeando sobre la mesa y la despedida tatuada en la servilleta. En esta maleta ya no cabe tu voz, ni mis inseguridades, decidida soplé el último pabilo encendido y cargué el futuro sobre mis hombros, en el granero dejé la paja junto al recuerdo, algunas estrellas y un beso.
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