“El día de mañana”

27 de Noviembre. Me despierto por la mañana, me levanto y miro hacia la ventana, veo a través del suave vaiven de las cortinas, como una suave brisa entra a mi cuarto, en ella puedo oler el dulce aroma del rocío mientras escucho el trinar de las aves.

Me levanto de mi cama.,siento un poco de frío de repente me llega la idea  y me pongo a pensar… ¿qué he hecho con mi vida?, ¿esta es la forma en la que quería vivir?, ¿estás satisfecho?.

Me dirijo hacia el baño, me miro al espejo empañado por el vapor del agua, lo limpio suavemente  y veo reflejada una persona triste y desolada que desperdició su vida haciendo las cosas que no le gustan y complaciendo las opiniones que las personas tenían sobre el.

Salgo del baño ya listo para una pequeña caminata, me dirijo hacia la puerta veo mi reloj de mano y son las 9:20 de la mañana, salgo lentamente de mi casa y cierro la puerta color café, doy media vuelta y empiezo a caminar en la calle fría y  desolada, voy lentamente sobre la acera recordando cada triste y bello momento que pase en esta cálida ciudad.

Paso por el parque en el cual solía disfrutar jugar con mis amigos, correr, saltar y hasta llorar, llego a mi antigua escuela en la cual solía pasar el rato leyendo en la biblioteca y reflexionar acerca de mi futuro, sigo caminando sobre esa calle con una luz cegadora esa calle que me vio y escuchó crecer .

Sigo caminando y de repente escucho un fuerte ruido, de pronto me siento cansado, mi vista se nubla y se volvió tenue por un instante, no se que esta pasando solo escucho unos murmullos leves los cuales se escuchaban con gran angustia y miedo, de pronto empiezo a recordar que tal vez mi vida no fue la mejor, que hubo momentos en los cuales me sentía desolado y que nunca pensé que me iba a suceder nada bueno, pudo parecer que esos golpes de suerte “nunca me iban a pasar a mi” pero con solo saberlo me daba esperanzas por un mejor mañana .

Pasa un tiempo solo puedo escuchar ese sonido hecho por un monitor cardiaco que me carcomía el alma cada día que pasaba,no puedo ver nada, sólo puedo escuchar como van y vienen personas con angustia y desesperación, el trinar de las aves que me alegra mi dulce mañana y ese fuerte olor a medicamentos los cuales a nadie le gustaba, de repente voy abriendo mis ojos pero por alguna razón no podía decir ninguna palabra, observó a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en un hospital, veo como una doctora entra a la habitación y se sorprende al ver que yo había reaccionado, luego de varios días fui dado de alta y me llevaron a mi casa en la calle Cerca de la plaza de armas ubicado en Villahermosa, después de tanto tiempo lejos de mi casa me di cuenta que tal vez el día de mañana que tenga 90 años y éste postrado en una cama sepa que desperdicie mi vida y me arrepienta, me miro en el espejo y doy una sonrisa melancólica, tal vez mi vida mejore el “Día de mañana ”