En un puente con piedras a su alrededor, no sabia como gritarle al mundo que estaba atrapada en un vació que no se llenaba con nada y que tan solo pasar por una puerta vieja me llenaba de recuerdos con obscuros pensamientos y que a la vez me tranquilizaba saber que no todo tiene que ser de color si no que también puedes ver el mundo al revés sin que nada te detenga.
Mientras pasaba el tiempo no sabia que hacer con todo lo que tenía a mi alrededor, veía muchos años pasar, me daba cuenta que todo pasaba más rápido y con tan solo mirar una ave todo se detiene, y todo se vuelve de color hasta que te sientas y se vuelve blanco y negro.
Hay veces que me siento como que camino en una cuerda floja y no se en que momento siento la adrenalina o el temor de caer al vació que se encuentra debajo de cada soga o cuerda que piso, recuerdo que hay veces en las que he caído pero me he levantado, ahora es distinto que cada vez que siento miedo cierro los ojos y pasó debajo de una puerta vieja, no se si contar los segundos o los minutos que pasan por mi ventana cada vez que voy a dormir, y que al amanecer desaparecen de mi cabeza, pero no siempre recuerdo lo que pasa el día anterior y no se como volver al pasado para devolver lo que siempre he querido y nunca he podido.
Estaba pensando como hacer para sacar las ideas de mi mente pero nada funcionaba, al parecer mezclaba una idea con otra que al final solamente me confunden, y no me daba cuenta que la respuesta estaba dentro de mi.
Me recosté sobre mi cama para tratar de encontrar una respuesta a todo aquello que pasaba por mi mente pero cada vez que lo intentaba salía con mi mente en blanco sin saber lo que pasaba a mi alrededor o en mi interior; solamente me caminaba de un lado hacia el otro con el fin de saber todo. Cada hora que pasa se me hacia eterna por no encontrar lo que buscado durante toda mi vida, sin tener ni un solo recuerdo de cada ocasión o cada ternura que tal vez pude haber recibido.
Cada vez que me levantaba me daba vueltas la cabeza; hasta que un día golpearon la puerta de mi departamento y yo como de costumbre me levanté, abrí la puerta y amablemente salude:
-Buenos días en que le puedo ayudar
El señor me respondió cordialmente con una sonrisa en la cara que no he podido olvidar diciéndome:
-Buenos días, vine por una sola razón y que usted necesita
Me asombre con su respuesta, así que le respondí:
-No le entiendo, me podría explicar de verdad ¿cual es la razón que usted tiene para llegar aquí a mi casa, como si nada y diciéndome de una manera un poco fastidiante que es lo que necesito, dígame usted quién es para venir así a mi casa?
El se sorprendió de lo que yo había dicho, así que me dijo lo siguiente:
-Señora no se enfade, yo he venido a tratar de ayudarle a saber que necesita y por que no recuerda nada, tenemos casi la misma historia pero he pensado en cómo acabarla, pero dese cuenta que para terminar algo debemos hacerlo con una persona que tenga el mismo problema y lo he estudiado muchas veces pero necesito que una persona que tenga el mismo problema nos ayudemos mutuamente.
Me tranquilicé al escuchar eso solamente lo
hice pasar y tomar asiento.
Pasando el tiempo vivimos juntos y luego salíamos muchas veces a comer; hasta que fuimos a un restaurante que nos trataron como lo peor del local; nos hicieron pasar y tomar asiento, de esta manera empezó el maltrato de las personas hacia nosotros dos no sabia que hacer ya que no me había sucedido eso hace mucho tiempo, golpee la mesa y me levante furiosa, los trabajadores se asustaron de mi enojo y nos atendieron.
Nuevamente me sentí confundida y me retire lentamente de aquella mesa y fue en ese momento en el que se acabó mi historia de miedo y terror o una historia que me confundía cada vez más y que tan solo pasar por una puerta vieja me tranquilizaba.
CONTINUARÁ…
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