el susurro de las calles

oyes el sonido de la lluvia y las pequeñas gotas rozando tu cara, recuerdas como solíamos correr con estos pies izquierdos, recuerdas ese junio, cuando me abrazaste junto con ese cárdigan viejo. mi gato ha dejado rasguños en mis manos y el sol parece haberse quedado dormido. escribíamos sobre nuestros desamores y mirábamos el techo por un largo tiempo, prendíamos la radio y bailábamos entre mi desorden y soledad. mi cabeza por un momento se convertía en una zona de batalla con miedo a ser perdida. siento frio pero el invierno no es tan frio como creo. me aferre a los regaños de mis padres, a los consejos de mis amigos y me aferre a mi llanto inconsolable. las calles empedradas se sienten como tu nombre, suaves y dolorosas. el viento juega con la manera en que solías susúrrame al oído. he recorrido tantas carreteras con el mismo carro descompuesto y la misma maleta pesada llena de recuerdos y traiciones. he abandonado esa avenida, creo que he vendado la herida. si me desangro en la banqueta, me darías tu chaqueta, si muero en el pavimento, recordarías el movimiento de mi cabello. tu aureola es tan malévola, eres como una Parábola moribunda en este vago mundo, caminando por las calles sin destino alguno.