Una abuela caminadora

La abuela Carmen quien tiene 79 años de edad oriunda de un pueblito llamado «La Quebrada» ubicado en el estado Trujillo acostumbrada a ir todos los días de compras, visitar a las amigas, viajar, pero llega un espantoso virus que le impide salir a la calle a realizar sus salidas como de costumbre.

La anciana es observada por las vecinas del lugar donde vive con su hija sobre todo por una señora que siempre dice con mucha admiración: ¡ah!, esa abuela si es caminadora, la observan, envidian porque es muy fuerte a pesar de tener una avanzada edad. En su niñez los alimentos no contenían químicos como ahora, fue criada con leche de cabra, arepa de maíz no precocida; quizás por eso le gusta mucho andar en la calle.

Por otro lado, una amiga de su hija se molesta porque no la va a visitar a su casa, cuando llama por teléfono siempre le pregunta por su mamá y en una oportunidad para quedar bien, le dijo que a ella no le apasiona andar paseando. La señora Cirla le dijo: “Tú me puedes meter cualquier otra mentira pero decirme que a Carmen no le gusta salir, ni tú misma te lo crees”. La abuela prefiere ir a la calle, caminar que estar visitando los vecinos, no está acostumbrada a ir a los hogares ajenos a hablar del prójimo.

El Gobierno en Venezuela decreta cuarentena donde nadie puede salir sobre todo los abuelos y niños que son más vulnerables de ser contagiados por el Corona virus. La abuela Carmen en varias oportunidades le tocó discutir con la policía cuando salía a comprar sus alimentos cerca de su hogar, la amenazaban con llevarla a la estación policial, ella no hacía caso, igual seguía saliendo.

Todos los días la abuela se lamenta por no salir como antes, a pesar de realizar sus quehaceres, descansar. Además anda con un bastón su columna esta desviada, el tapabocas para protegerse del virus cuando sale pero, dice que se siente aburrida, aunque siempre escucha las noticias en la radio y así estar enterada de lo que pasa en el día. En la planta de sus pies tiene callos de tanto caminar a veces se queja y sus hijos la regañan porque camina mucho.

En sus relatos comenta que “No me amarraron ni mi mamá, esposo e hijos porque cuando decido salir soy capaz de escaparme, pues nadie me detiene”. Nacida bajo el signo de Piscis un 13 de marzo de 1941. Le gusta mucho viajar siempre viaja a visitar a su familia. La abuela caminadora es muy querida por los que recogen el dinero en las camionetas la ayudan a subir y bajar.

Esta esperando que pase la cuarentena para realizar un viaje a la ciudad capital Caracas a visitar a uno de sus hijos, fue pospuesto cuando decretaron el aislamiento social.