Brillo de miradas

Bien empecemos :

Desde el punto rojo de la esquina, precisa una tienda que en medio de la cuarentena resurge.

ya son tres meses desde que me mudé con mis padres y una tía, soy toda una adulta con un corazón infantil y una mentalidad agrandada, si la verdad no supero los veinticinco, de echo aún me falta para llegar, pero de igual soy mayor ya.

las primeras semanas fueron entretenidas ya que estaba atendiendo y conociendo el lugar. Gente alegre y al mismo tiempo ni quién los atienda, ya era de costumbre mudarme cada cierto tiempo, aveces por cuestiones económicas otras por motivos de aburrimiento o solo por la búsqueda de algo mejor.

Bien dejando un lado el tema de mudanzas iré por lo que me ha tenido realmente enloquecida, una pequeña y fugaz mirada fue el inicio de mi descontrol mental. Es posible querer ver todo los días ese brillo especial, digo es que yo una persona seca del cual ni mi antiguo novio logro en mi interno interés despertar, lo lograría esta persona en solo un dia.

Al principio solo fue curiosidad, pero aún que quise engañarme al ratico salía desmentirme mi mirada, al empezar el día ya lo iba a buscar.

Jamás lo había sentido, soy de las que molesto y me río por todo, pero con él ni mu digo, solo hablo lo estricto.

Es que claro, es castigo divino, solía burlarme de las que sentían algo parecido y lo peor es que criticaba por la diferencias de edades y esas cosas es más ni soy amante a los abrazos, sin embargo, un pequeño consejo «jamás digas de esta agua no beberé» y pues…siempre te tocará probar aún que sea la mitad.

Al mes lo noté, lo sentí, y sin mentir según mi corazón, vio como solo yo fui su mundo, es loco y aunque no me fije en como me miraba, lo supe.

Ese día vino acompañado por sus preciosos peritos sin darme cuenta había notado mi interés por las mascotas así que de manera curiosa me entregó uno de ellos, una cosita hermosa y peludita, me distraje pero de igual me alegre y no solo por el gesto que tuvo si no por que era él quien lo había echo, desde ese momento se ha intensificado tanto que hasta en sueños a aparecido.

Lo mejor del cuento es que posiblemente sea mutuo, pues hace poco me e percatado que desde la esquina de su lado se ha sentado y por las tardes me ha observado, desde lejos tenemos la valentía de mirarnos pero desde cerca ni el saludo nos damos, que situación loca, ya que el tiempo es el único que sabe lo que hay en nuestras mentes y corazones, seguro se burlara y posiblemente dirá » la situación va para largo y con la diferencia de edad, más la cobardía, los veo mal»

Exacto y no me pregunte de cuanto, pues solo diré que no es de espanto ya que es posible que haya algo….  Si de algo es seguro y es que el tiempo se está agotando, solo hay tres meses más para aguantar puesto que es posible que me vuelva a mudar.

Mientras tanto me maltrato con mi razón mental, nadie sabrá mi verdad, mi sentimiento tendré que aguantar, mientras la cobardía sea mi pan cada dia.

Cómo se le obliga alguien a no amar, no quiero dañarlo ni lastimarlo y ese es mi mayor temor por el cual me retiene al hablar, he tratado de no demostrar mis anhelos por verlo, pero siento ser traicionada por mi mirada que lo busca todas las tardes y que lo espera para atenderlo aún que normalmente no lo haga, solo lo espero para de reojo mirar.

Sin duda su color es el azul y algo de fosforescente pienso que son interesantes.

Lo que más me gusta es ser la única en su mirada. Gracias a eso e llegado a disfrutar hasta los días lluviosos, solo de verlo jugar bajo la lluvia no deja lugar a la gran tempestad.

Definitiva mente hay que esperar por qué para el amor no hay edad, más si de cerca está. Y para ser sincera quiero saber hasta dónde podrá llegar nuestras miradas a distancia. Será que algo surgirá? 

Y es que no se necesita más con solo una mirada a de comunicar mil palabras, para quererte expresar no necesitas hablar y con él me ha quedado claro esa lección.

Si, en mi barrio yo soy un cuento raro y hasta el momento este es mi pequeño cuento.