¿Quién?

¿Dónde?

¿Cómo?

¿Cuándo?

¿Por qué?

Cinco preguntas a las que había que responder para formar una historia. Pero cada una de ellas se multiplicaba:

¿Y si uno no sabe quién es? ¿Y si no sabes a dónde vas, ni cómo llegar hasta ahí? ¿Y si no hay un porqué, una razón para que ayer sea hoy?

Lo siento, profesor, no me encuentro en las coordenadas del ejercicio.

¿Y si pruebas a empezar el relato con un: “¿Y si…?”? El lugar será tu imaginación y el tiempo el que tu quieras.

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