El tipo de mi derecha tiene pinta de impertinente. Se le nota que lleva ya muchos talleres. En cambio, al que tengo delante se le ve nervioso.Será novato, como yo. Y la de la punta; ésa, no sé. Me confunde.

Entran los alumnos. El que le toca al impertinente es todo nervio. Le ha cogido entre el pulgar y el índice y le está pegando unos meneos, como si fuera la baqueta de una batería. A mí,en cambio, me ha tocado una mujer. Me ha cogido entre sus dedos con suma delicadeza.

Empezamos a escribir…

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