Las tardes de los martes se vuelven a juntar en el taller . Transcriben sentimientos y fantasías.
Y después de cada palabra rematan con un inesperado vistazo, desaparece un plural, un lapsus masculino o un verbo irregular. Son pocas letras pero eficaces en contenido pues se ocupan de cosas que hay que contar. Algunas desaparecen de forma sigilosa y otras se mantendrán.
Con un toque insignificante a golpe de muñeca escriben letras, palabras o un texto singular.
¡Chicas, la próxima semana más!
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