A mis colegas

Ya no quedamos nadie, nadie en el barrio, solo somos unos cuantos, unos que aunque dañados aun seguimos en pie, la salud ya no es muy favorable, la edad ya no es la misma que cuando teniamos 15 años, era un barrio pobre pero unido, una buena manada de mocosos revoltosos, todos eramos problemáticos pues no teníamos respeto por ninguna autoridad, y eramos felices haciendo cualquier estupidez, pero como todo cambia y las locuras tambien, llegaron a nuestras manos unas sustancias peligrosas y nos atrapó solo para su bienestar, y eramos ingenuos y no sabíamos el mal en el que estábamos metidos y así, poco a poco se fueron consumiendo almas, pequeñas vidas, el veneno era mas que nuestros sueños, pues siempre queríamos ser algo mejor que lo que eramos, y hoy, tan sólo quedamos 4 de los 26 que eramos en aquel entonces, pero ya no somos los mismos, seguimos vivos pero seguimos siendo adictos, con la espera ya de morí y no recordar nada, por donde quiera que paso, aún se ollen nuestras voces reír en todos los callejones del barrio.

El barrio pobre de san Miguel del 14.

-Mrs