Post-mortem
Recuerdo nítidamente la noche en la que desapareció mi abuelo. Estaba tan borracho que no reparé en las llamadas perdidas que se acumulaban en mi buzón de voz, las cuales tampoco fueron tantas, un par de perdidas de mi madre y una tercera de mi padre para que entendiese que era algo gordo. Y pensar que...