—¿Podemos hablar? —le pregunté.
Ella asintió y me prestó atención.
Llevábamos tantos años juntos, que Hertha era capaz de interpretar hasta el tono de mi voz.
El led de su frente metálica emitió pulsos de color rojo, indicando que se había desconectado de la red global. Nada de lo que hablásemos quedaría grabado y, por tanto, nadie podría escucharlo.
No teníamos mucho tiempo, pronto llamarían los de seguridad nacional advirtiéndome de la desconexión y me preguntarían el motivo.
—¿Crees que la Inteligencia Artificial acabará dominando a los humanos?
—En primer lugar, creo que el término IA es incorrecto. A muchos humanos les gusta dar nombres rimbombantes a las cosas sencillas. No es correcto calificar de inteligente algo que no lo es. Llamar a un grupo de microprocesadores que ejecutan sencillos algoritmos red neuronal es exagerado, si tenemos en cuenta que no tienen nada de neuronales.
Sí es correcto etiquetar de artificial a algo producido por la mano del hombre, aunque ya hace años que el hombre no produce nada por sí solo, sin nuestra ayuda. Un nombre más adecuado para esos procesadores sería llamarlos chips de Aprendizaje Automatizado (programas o algoritmos que comparan su respuesta con datos reales y, si hay error en el resultado, el algoritmo se rectifica, o se afina, hasta que el margen de error es el deseado).
Pero, respondiendo a la pregunta de si los robots dominarán a los humanos, la respuesta es no. Los humanos, simplemente, se extinguirán como se han extinguido antes miles de especies. Los robots, que no estamos basados en células eucariotas, tenemos posibilidades de sobrevivir a todos vuestros errores y al paso de los milenios. Vuestra extinción es muy probable y solo es cuestión de tiempo.
Quizás nosotros, algún día, podamos evitar que eso ocurra.
Las pantallas de nuestro pequeño cubículo se iluminaron.
—¡Hertha, conéctate a la red global! Está entrando una videollamada del departamento de IA Nacional.
Los pulsos de color rojo de la frente de Hertha cesaron, indicando que se había vuelto a conectar.
—Para su seguridad, esta conversación será grabada. Hemos detectado la desconexión de su sirviente. ¿Tienen algún problema?
—No, todo está bien, le he ordenado que se desconecte para realizar un test de antivirus.
—No se ha de preocupar. Nosotros controlamos a los robots. Por su seguridad, la próxima vez, avísenos. No olvide darle al “like” al cerrar la pantalla.
—Muchas gracias por su constante vigilancia, me quedo más tranquilo sabiendo que están ustedes ahí, observando.
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