Amanda Linares no pudo evitar sonreir aun cuando se estaba cepillando los dientes,lo que provoco que la espuma de la crema dental se derramara por su barbilla y es que sin pensarlo llego a su mente la imagen de los rostros de sus hijos cuando unas horas atrás, durante la cena,les comunicara que había vendido el departamento donde vivía y había comprado una confortable casa en una zona rural.Hacia dieciseis años atrás, con casi cuarenta cumplidos,viuda y con dos adolescentes en el nivel medio, había escrito su primer libro,una novela romántica que se publicó y logró llegar al corazón de la gente y de allí todo fue raudo y sin descanso,así que de vivir en Carlos Paz,la mejor opción fue instalarse en pleno centro de la capital,donde había comprado el departamento.Los años pasaron,libro tras libro,viajes y conferencias,los hijos crecieron,estudiaron,se recibieron en la facultad y eventualmente cada uno siguió con su vida y ella decidió que ya era hora de cambiar de ritmo y de ambiente.
Los días siguientes fueron de tramites, papeleos, embalajes,idas y vueltas y toda la vorágine que envuelve una mudanza y el instalarse en un nuevo lugar y sobre todo hacer de ese lugar el hogar acogedor donde una va a vivir de allí en mas. El lugar elegido,¨El Descanso¨, un pueblito ubicado en un valle,al pie del cerro Champaquí y la propiedad adquirida se encontraba a unos cien metros de la ruta principal,de esos cien metros, cincuenta pertenecían al parque por el cual se ingresaba a la casa,tras atravesar la puerta principal se entraba a una sala de grandes proporciones donde Amanda había instalado su sillón favorito y su gran tv ,sentía debilidad por las buenas películas,a continuación estaba el comedor también espacioso y de allí hacia la izquierda se ingresaba a un pasillo donde estaban distribuidos tres dormitorios y dos baños con ante baño. Por ultimo estaba la cocina bien surtida de alacenas y muebles de guardado,con una puerta trasera por la cual se salía a una galería cubierta que rodeaba toda la casa,de allí al patio con piscina y un asador y por ultimo un extenso huerto donde había arboles frutales, olivos,una higuera y dos nogales, realmente poseía una gran extensión de tierra y las propiedades colindantes tenían iguales características, el pueblo en si se allaba a tres kilómetros al norte y basicamente eran viviendas para unos tres mil quinientos habitantes ,una plaza central, dos entidades bancarias, la iglesia ,un restaurante, un salón de te, el municipio, una farmacia y dos o tres cuadras de locales comerciales donde uno podía acceder a casas de moda, tecnología , bazar,joyería,librería,etc. Verdaderamente se trataba de un lugar agradable y apacible donde vivir sin ningún sobresalto, por lo cual Amanda se sintió feliz de haber tomado la desición de ir a parar a este rincón de paraíso.
Ya instalada y cada cosa en su lugar, Amanda disfruto del lugar, la primavera se acercaba, los jazmines y madre selvas derramaban sus perfumes que parecían quedar suspendidos en el aire y lo que mas le agradaba era,por la tarde, sentarse junto a la piscina y contemplar la mole imponente del cerro, semejante a un coloso, guardián de su refugio, allí estaba una tarde cuando una potente voz la sobresalto:
– Si necesitas que alguien cuide de tu jardín o del huerto,puedo recomendarte gente de confianza, dijo la voz
Amanda se puso de pie y se dirigió, hasta un matorral de flores enredaderas que trepaban por el cerco que dividía las propiedades,corrió el matorral y se encontró con una portezuela que pasaba a la casa vecina y parada detras de ella una mujer que la doblaba en estatura, corpulenta,de rasgos germánicos en su rostro,usando un gran sombrero que cubría del fuerte sol una piel exesivamente blanca y unos risos de cabello rubio muy claro,los ojos mas celestes que jamas aya visto y una sonrisa tan cálida como un abrazo:
-Hola me llamo Hana, Hana Müller, vivo en la casa de junto, dijo
-Hola ,encantada de conocerla, soy Amanda
-De conocerte, diras y aproposito… se corrió el rumor de que eres la escritora Amanda Linares, dijo Hana mirando espectante esperando la confirmación de dicho rumor.
-La misma que viste y calza, dijo Amanda divertida
-¡ Me muero ! exclamo Hana,en verdad soy tu fan, tengo cada una de tus novelas,son de lo mas románticas y no puedo creer que ahora vivas aquí,terminó diciendo Hana casi sin aire, esto merece una celebración, estaba a punto de tomar el te,asi que sería un placer que me acompañes,dijo en tanto corría el pestillo de la puerta y la abría,- no soy una fan demente que va a secuestrar a su ídolo, agrego sonriendo
– No se me cruzó por la mente hasta que lo mencionaste, dijo Amanda riendo, pero me arriesgaré,acepto tu invitación dijo atravezando la puertilla y ambas mujeres se dirigieron por un caminito empedrado a la casa, que mal podría llamarse casa, brasicamente era más bien una mansión pequeña,el jardín perfecto y rebosante de coloridas flores que simulando una alfombra llegaban hasta una escalinata de marmol rosado y de alli ,por una gran puerta ventana, se ingresaba a una sala con muebles de los mas finos y detalles de jarrones y exquisitas pinturas colgando de las paredes, junto a un magnífico sillón,estaba el servicio de te ,todo de la más fina porcelana, una tetera humeante y una bandeja con bocadillos dulces y salados y una taza con su plato,lo cual indicaba que su anfitriona tomaría su merienda sola antes de encontrarla a ella en el patio.
-Aquí esta tu taza, dijo Hana apareciendo en la sala,agitándola en su mano como un trofeo.
-Tu casa es realmente hermosa, le dijo Amanda
-Si, dijo Hana, es mi orgullo y me representa tal como soy, bella y abundante,bromeo; es que veras he trabajado y trabajo mucho pero también aprendí a disfrutar de los frutos de ese trabajo como un buen hogar, un buen te y una aún más buena compañía, explicó haciendo una reverencia a su compañera.
Al poco tiempo ambas mujeres charlaban animádamente de distintos temas, arte, política, moda y recetas de cocina, hilando magicamente un tema con otro, aunque nada parecía tener conexión alguna, hasta que Amanda preguntó:
-Vives aquí sola ?
-Si, respondió Hana, cuando llegué a este lugar, Dios era una niña, llegué recién casada con Armando, un ingeniero agrónomo recién recibido y te juro esto era tierra virgen, no había nada, solo la pequeña casita donde nos instalamos, mi esposo trabajaba para unos terratenientes de la época, que lo contrataron para sacarle provecho a unas tierras que habían adquirido a bajo precio, por lo cual yo tenía mucho tiempo libre y mucha tierra en los alrededores y empecé a trabajarla, plantando árboles frutales y olivos; recuerdo que para cuando dieron frutos no sabía que hacer con tanta cantidad de olivas, manzanas y duraznos así que preparé todo tipo de conservas y terminó siendo tanto que mi esposo opto por construirme un gran galpón a modo de depósito, luego llegaron los hijos ,tengo dos , el mayor hoy tiene treinta años se llama Alejandro y es abogado y el menor Derek es arquitecto y tiene veintiocho y viven en Córdoba, pero cuando apenas tenían uno y tres añitos,en un accidente murió mi esposo, yo tenía veintitres años y me quedé completamente sola con mis hijitos así que lloré a mi compañero y me arremangué y me puse a ver que hacer y lo primero que se me ocurrió fué vender mis conservas,primero a los pocos vecinos que había,luego en el abastecimiento del pueblo,luego en los pueblos vecinos y así levanté una empresa que a la fecha exporta a Europa aceites , conservas y todo tipo de preparados de olivas y manzanas y duraznos.
-Es increíble tan joven y con dos pequeños, es asombroso lo que has hecho y ahora soy yo tu admiradora y en verdad me alegro de haberte conocido esta tarde estuvo tan interesante que ya casi llegó la noche y ni siquiera lo notamos, rió Amanda.
-Me alegro por eso y si no es abuso , los sábados acostumbro desayunar en el pueblo y sería lindo si quieres acompañarme, sonrió Hana, hay personas para conocer y el chisme es la orden del día,terminó diciendo con un guiño
-Si hay chismes de por medio imposible resistir, acepto tu invitación
-Echo entonces paso a buscarte a las diez, dijo Hana, abrió la portezuela por donde horas atrás había pasado Amanda y allí se despidieron. Amanada ingresó por la puerta de la cocina y encendió las luces , se preparó un baño, luego secó su cabello y se preparó una frugal cena que comió frente a la tv y una hora después se fue a dormir ya que planeaba levantarse temprano para trabajar en su nuevo libro.
La mañana llegó bañada de sol y cantando en una sinfonía de trinos, Amanda despertó y saltó de la cama derecho a trabajar sacando el máximo provecho a las tres horas que siguieron,luego tomó una ducha rápida y se arregló justo para cuando su amiga llegó a recogerla:
-Buen día, dijo Hana, hace un día espléndido
-Buen día , respondió Amanda, sí es un día que por sí solo te hace sonreir y agradecer la vida
-Ciertamente amiga, continuó Hana, ha! ahí está el señor M
-El señor M ?, preguntó Amanda
-Una broma de sus ex.estudiantes, su nombre es Mariano Martín Molinari Medina, así que sus estudiantes lo llamaron señor M y cuando contó la anécdota en una reunión todos aquí comenzaron a llamarlo señor M, ya lo has conocido ?, preguntó Hana
-No,repuso Amanda
-Ya lo conocerás y apropósito yo soy Anita, si, como la huerfanita, y tú es muy probable que termines siendo Mandi o algo por el estilo, rió Hana, ya que en instantes serás presentada a lo más selecto de la sociedad de El Descanso, concluyó Hana riendo con picardia.
Ambas mujeres guardaron silencio en tanto aparcaban el auto en la plaza, descendieron del mismo y un sumbido semejante al de un enjambre las invadió, parecía que todo el pueblo estaba allí, cruzaron la calle y entraron a un coqueto establecimiento atestado de gente y en medio del ruido se escucharon unas voces prácticamente gritando:
-Anita ,por aquí, querida
-Aquí estamos, decían dos pequeñas mujeres muy entradas en años, agitando sus manos para llamar la atención.
Cuando Hana las ubicó se dirigieron hasta donde estaban, se saludaron con un beso y a continuación Hana hizo las presentaciones
-Permítanme que les presente a Amanda Linares, dijo, ellas son las hermanas Vasquez, ella es Lola y ella Lina.
-Encantada, dijo Amanda
-No encantada nosotras,dijo Lola, nuestra propia escritora famosa
-Eleva la categoría de todo el pueblo, rió Lina, pero tomen asiento por favor, dijo señalando dos cómodas butacas frente a la vidriera principal del lugar
-Ema, Ema,llamó Lola, ya estamos listas , nos tomas la orden querida?
-Sí, señoras que se les apetece hoy?
-Para nosotras el ¨campestre¨,dijo Lina
-Para nosotras también, dijo Hana, te aseguro que te va a encantar, agregó, mirando a su amiga
Siguieron hablando de una y otra cosa, en tanto Amanda era presentada a todo conocido que se acercaba a la mesa, luego llegó la camarera ,Ema y como toda una malabarista logró acomodar en la mesa un sin fin de tazas, jugos bocadillos,mermeladas, quesos y crema y manteca , diciendo buen provecho se alejó. En medio de tanta comida, Amanda se enteró de los últimos acontecimientos vergonzosos acaecidos en el pueblo, fruto de la prodigiosa atención de las hermanas Vasquez, a todo lo que allí sucedía, para cuando terminaron eran casi las doce del medio día,pagaron y salieron a la calle, allí se despidieron :
-Hasta la noche, dijo Lola, supongo que te veremos a tí también, preguntó mirando a Amanda,quien le observó con gensto confuso, en lo del señor M, otro artista local
-Mi vecino, dijo Amanda, ya he visto su obra, magnífica, pero a el no lo conosco
-Ya se encargará el , para que lo conozcas, agregó Lina, espera una invitación para la noche, sentenció y cruzando besos acá y allá se despidieron.
Amanda y Hana regresaron al auto y emprendieron el regreso,
Son dos personajes, verdad, dijo Hana, y tienen toda una historia, son hijas de españoles de principios del siglo veinte, eran seis mujeres y seis varones y a las mujeres no se les permitio estudiar solo los hombres a la escuela ,las casaron a los dieciseis años por suerte con buenos hombres que se molestaron en enseñarles a leer y escribir lo basico, pero salieron adelante, criaron una familia y cuando enviudaron siguieron con sus vidas, a la fecha con ochenta y dos una y ochenta y cuatro la otra ya tienen dos viajes a España y un conocimiento de la vida que asombra.
-Si dijo Amanda , no pude evitar ver la picardía en sus miradas astutas, nada se les escapa.
-Exacto y como nada se les escapa seguro esta noche voy a poder presumirte ante mis amigos y sobre todo a mis hijos, que cada tanto recuerdan a su pobre madre, se quejo Hana, bien ya estas de regreso sana y salva, rió, nos vemos más tarde, dijo una ves que hubo estacionado el coche.
-Nos vemos, respondió Amanda descendiendo del vehículo y agradeciendo el paseo.
Ingreso al parque de su casa andando por el camino de piedras blancas cuando una tímida voz la saludo:
-Buenos días, dijo un hombre de mediana estatura, que traía puesto un delantal manchado con pinturas de colores, disculpe la osadía, soy su vecino, Mariano Molinari a sus órdenes, continuó, disculpe también mi apariencia,dijo.
-No hay problema, dijo Amanda presentándose, un placer conocerlo, supongo que es el artista responsable de tan bellas pinturas, continuó, ayer estuve en su jardín apreciando su arte.
-Muchas gracias por su apreciación, dijo Mariano, el echo es que espero no se ofenda, pero quería invitarla personalmente para una cena en mi casa esta noche, los sábados un pequeño grupo de vecinos nos reunimos a cenar en la casa de alguno de nosotros y esta noche toca en mi casa,
-Si, me agradaría mucho asistir, usted dígame la hora y ahí estaré, dijo Amanda con una sonrisa,
-A las nueve, si le parece.
-A las nueve entonces, muchas gracias por su invitación.
-Muchas gracias a usted por aceptar, contestó Mariano haciendo una reverencia y despidiéndose se retiró a su taller.
Amanda por su parte se dirigió a su casa y pasó el resto del día trabajando, después de tan opíparo desayuno no sentía apetito alguno hasta que sin darse cuenta se hicieron las seis de la tarde, se levantó apartándose de su escritorio, fue a la cocina y busco un racimo de uvas y, como solía decir, se desparramó en su sillón y se relajó mirando una comedia que pasaban por tv. Por un momento se adormeció y despertó sin saber si había pasado mucho tiempo, miró la hora en su celular y eran siete y media, así que fue a su dormitorio para elegir la ropa que se pondría para la cena, optó por un conjunto de pantalón liviano de lino y una remera de punto en color tostado y sandalias de piel al tono, luego tomó un delicioso baño, secó su cabello, se vistió, peinó su cabello recogiéndolo, se maquilló resaltando sus ojos,siempre lo había echo así, se miró al espejo y satisfecha fue a la cocina por una botella de vino blanco dulce, la que envolvió en papel dorado y adornó con un moño rojo y salió por la puerta principal para dirigirse a la casa del señor M. Caminaba por el sendero empedrado con una sonrisa, despreocupada, sin saber que en instantes, entre rostros conocidos y desconocidos, detrás de la mirada más dulce, estaría oculto el mal encarnado en un ser humano.
SINOPSIS
Este relato cuenta como, Amanda Linares, una escritora de historias de amor, cansada de la ciudad busca refugio mudándose a una zona rural, donde conoce un grupo de personas muy particulares y agradables, no deja de felicitarse a sí misma por la decisión que tomó, hasta que alguien del grupo muere aparentemente en un accidente casero, pero, un pequeño desliz por parte del perpetrador, permite que durante la autopsia se descubra que tal accidente es un elaborado crimen y la escritora que ya estaba sumergida en el circulo íntimo de la víctima, es quien termina descubriendo al culpable, aclarando también la misteriosa desaparición de otro integrante del grupo .
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